Más información es mejor oferta, dedicarle atención a la promoción del inmueble no es poca cosa en la era de las redes sociales, lo masivo es abrumador y no es fácil encontrar el cliente, la atención de compradores es tan dispersa como la que nos ocurre a nosotros cuando intentamos penetrar en el mundo virtual.
El principal problema es detectar el cliente, y estar en el momento y lugar para interactuar con él. Es poco probable y sobre todo incierto.
Entonces las mejores oportunidades están en ser encontrados, precisamente porque nos buscan y es en ese aspecto donde tiene lugar nuestra mejor chance.
Pero cómo ser encontrados, ¿cómo nos buscan los clientes?, la experiencia indica que en el rubro inmobiliarias, lo más probable es que busquen por zonas o por determinados barrios.
Para ello, habrá que tener propuestas por esas clasificaciones en nuestro sitio, pero no sólo eso, sino que el peso de la gestión tenga que ver con facilitarle la vida al cliente, además de no olvidar preguntar cómo nos encontró. Es una forma de cruzar el mundo real con el virtual, un método para medir la eficacia en los medios de difusión.
Hay que separar los esfuerzos, invertir en tecnología, para ahorrar gestión administrativa y luego echarla a perder al momento de la compra, no es muy productivo, por lo tanto uno de los secretos es, conocer cómo introducir la oferta en forma eficaz en medios virtuales, pero también acompañar la gestión con una atención personal.
Mostrar el inmueble es importante, no viene mal un ensayo sobre cómo será el desplazamiento dentro del inmueble, en qué orden, a qué hora. En cada ocasión conocer el movimiento del edificio y las diferentes situaciones según la hora nos prepara para todo tipo de cuestión que pueda plantear el cliente.
Estimar el valor de una propiedad tiene dos caras, una es la del precio de mercado, la otra se asienta en el interés particular que despierta, sobre todo por los contrastes, hay personas que buscan vivir en determinada zona y no le prestan atención al estado del edificio, son capaces de convivir con algunos factores incómodos con tal de estar en determinado espacio geográfico, a veces tiene que ver con determinados espacios que se distribuyen por rubros, por ejemplo, la “zona artística”, en vez de zona sur o zona norte, depende mucho del cliente y esos son aspectos que se testean mejor en presencia del cliente.
En el mundo virtual hay aspectos que aún no se detectan, porque es difícil ser tan determinante en los gustos personales, es más sencillo en forma presencial de manera que no es descartar tomar medidas publicitarias para estimular la consulta personal.
Dejar que una inmobiliaria haga el trabajo por ustedes es más que un intermediario que sabe colocar su inmueble en el medio adecuado en donde está el cliente, también provee de un factor importante: no permite que los sentimientos embarren la operatoria; los dueños que pretenden ocuparse de la gestión de su inmueble pecan de suponer aspectos del inmuebles que no son eficaces y por el contrario, lo que le serviría pasa desapercibido.
Las inmobiliarias con experiencia sortean estos efectos secundarios que intervienen sin desmerecer el inmueble, tratando de colocarlo en el justo valor, teniendo en cuenta aspectos del mercado, no sólo el propio inmueble sino sus posibilidades dentro de un contexto general y real.
El plan de vender un inmueble tiene un comienzo desde que se propone hasta que se concreta donde hay voluntades diversas e intereses diversos conjugar todos esos factores para llegar a una operatoria satisfactoria es el mayor secreto que reserva el sector inmobiliario, uno de los indicios para determinar quién tiene ese secreto es el tiempo de permanencia en el negocio y su prestigio.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.